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viernes, 11 de agosto de 2017

XIAOMIi MIBAND 2


La pulsera barata de Xiaomi ha aumentado ligeramente su tamaño para dar cabida a la pantalla, pero sigue resultando muy cómoda y ligera. El material de fabricación de la pulsera ha mejorado, ahora es de goma más flexible, algo muy de agradecer aunque sigue transmitiendo la idea de un acabado menor comparado con la competencia, algo que se compensa con las pulseras de colores.

La Xiaomi MiBand 2 se compone de pulsera y sensor, donde va incluido el medidor de frecuencia cardíaca y la pantalla. El cierre es seguro y fácil de gestionar, aunque requiere de un cierto uso para "domesticar" la goma y realizar esta acción de forma más rápida.


Xiaomi mantiene la resistencia al agua, con perfil IP67, en esta nueva pulsera. Significa que no hay problema con la lluvia o la suciedad, e incluso podría sumergirse durante media hora hasta un metro de profundidad. En la realidad supone que no tendremos que quitárnosla cuando nos duchemos. Sin medición de la actividad de natación, es lo menos que debemos pedirle hoy en día a una pulsera cuantificadora.


La pantalla de la nueva MiBand 2 tiene buen tamaño y la tecnología que usa es OLED. Hasta aquí todo correcto. Pero cuando nos ponemos en marcha con ella nos encontramos con bastantes compromisos que le restan una parte del valor de tener pantalla a esta pulsera que mide nuestra actividad.


De entrada la pantalla solo puede leerse en vertical, lo que le quita bastante sentido a su tamaño. En interior se ve perfecta, suficientemente nítida, pero pronto chocamos con un inconveniente importante: no hay regulación de la intensidad de la luminosidad de la pantalla, lo que provoca que en completa oscuridad sea molesta.


La pantalla se enciende de forma automática al girar la muñeca si así se lo indicamos (funciona muy bien la detección del giro), o de forma manual por medio de un botón táctil. Aquí nos gusta que no se haya implementado la tecnología táctil en la propia pantalla porque el botón realmente funciona muy bien y creo que facilita mucho la gestión de la pantalla, aunque no es difícil pulsarlo de forma accidental y que se active sin pretenderlo debido a su alta sensibilidad. Que se hubiera implementado de tipo físico no nos habría importado.

Obviar la llegada de la pantalla a sus wearables anteriores permitió a Xiaomi dotarlos de una batería sin igual entre los rivales que no optaban por pilas. Pero la nueva MiBand 2 ha retrocedido en este aspecto. Pese a ello sigue quedando destacada en duración de batería. En nuestra prueba con bastantes notificaciones y consultas de la pantalla, que estaba en modo de activación con giro de la muñeca, hemos conseguido una descarga de batería de menos del 10% por día, lo que nos ha permitido alcanzar unos 9-10 días de uso continuado.


Respecto a la medición del ritmo cardíaco, sigue sin ser de las más acertadas del mercado, pero puntualmente nos puede valer. Es muy rápida midiendo, y bastan unos pocos segundos para tener esa medición. Pero no es una medición continua, lo que le ayuda a ahorrar bastante batería pero nos deja sin el dato de pulsaciones media durante el día que algunos usuarios pueden querer para su cuantificador. Y a poco que quieras tomarte en serio la medición de pulsaciones mientras haces ejercicio, no pienses en este modelo de Xiaomi.

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