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martes, 8 de agosto de 2017

BQ AQUARIS X PRO


Se sigue avanzando, sin estridencias, en el aspecto que ofrecen los terminales de esta compañía. Cada vez son más atractivos y adecuados, y tanto el llamar la atención como el ofrecer una buena ergonomía es algo que se tiene en cuenta –y, en el BQ Aquaris X Pro, se cumple perfectamente-. Para poder competir, no falta el uso de metal para aportar un acabado Premium.

En la trasera está la cámara en la parte superior izquierda (un lugar correcto, pero que si no se tiene cuidado se puede tapar el sensor en alguna ocasión). Aquí es donde también está el lector de huellas –más centrado- con un acabado redondeado metálico en la parte exterior que es muy rápido y que se distingue perfectamente del resto de la carcasa al estar algo hundido. Ergonomía muy buena en este caso, y funcionamiento mucho más que correcto. Bien, la verdad y, por cierto, el modelo que analizamos es el blanco y no detectamos que las huellas se queden especialmente marcadas.


En el frontal del BQ Aquaris X Pro están los botones táctiles iluminados en la parte baja que no hace que se abuse en exceso de los marcos. El central cumple las funciones de Home, y los otros dos son los de control de Android que, por cierto, no tiene icono alguno (acostumbrarse a ellos no es algo complejo, pero hay que hacerlo). Poco más que contar aquí, excepto que hay un pequeño marco negro que acompaña a la pantalla.


En los laterales sin sorpresas, los botones hardware en la derecha, con un buen recorrido y con un acceso muy cómodo, y en la izquierda está la bandeja para las tarjetas. Nada nuevo, pero si reconocible. En la parte baja está el puerto USB tipo C -bien esta inclusión que le hacen sacar ventaja a otros gama media-, Y, además, está el altavoz que ofrece el BQ Aquaris X Pro. Este es potente, no hay duda, pero la definición puede ser mejor (sin que sea del todo mala). Por cierto, este teléfono mantiene el puerto de auriculares, aunque no se incluyen unos con el dispositivo, lo que también es un acierto, y eso que el grosor del terminal baja a los 7,8 milímetros y el peso se queda en 158 gramos.


El manejo en el día a día de este teléfono nos ha parecido cómodo y, por lo tanto, hay que decir que se ha acertado tanto con las formas como con las dimensiones del BQ Aquaris X Pro. Es un smartphone atractivo, sin ser el más bonito del mercado y ni disruptor por líneas diferentes o estructura poco vista, pero cumple perfectamente y si lo dejas encima de la mesa no desentona, ni mucho menos.


No se da el salto con el BQ Aquaris X Pro a la resolución QHD, algo que es lógico ya que recordamos que este smartphone es de gama media, y por ello se cumple perfectamente en al compararlo con la competencia existente en su rango de precio. El caso, es que la pantalla es de 5,2 pulgadas, una buena medida que ofrece ergonomía de uso, y que al ser Full HD su calidad, se consiguen 423 ppp de densidad de píxeles. Más que suficiente para que la definición como comprobamos sea muy buena tanto en textos como al reproducir vídeos. El panel es tipo IPS con acabado 2.5D, lo que favorece a un aspecto llamativo en la integración de pantalla y carcasa. Con protección Dinorex, que no llega a ofrecer una resistencia como Gorilla Glass, pero que es eficiente en líneas generales, nos ha gustado bastante la intensidad del brillo –lo que se agradece en exteriores ya que alcanza los 650 nits- y la implementación de Quantum Color+ en el BQ Aquaris X Pro, que hace que los colores sean vivos y llamativos… pero, quizá, ligeramente tendidos a la calidez.


Los marcos no son desproporcionados, pero tampoco son los de menores dimensiones que hemos visto hasta la fecha (pero, para nada, son un desastre). Su respuesta táctil es excelente y el ángulo de visión nos ha gustado mucho ya que tarda mucho en aparecer la tendencia al verde habitual al aumentar los grados desde los que se visualiza la pantalla. Por cierto: la protección oleofóbica es buena, ya que las huellas no son un problema muy grave en el cristal del BQ Aquaris X Pero, algo que sí ocurre con mucha de su competencia.


El procesador elegido para el BQ Aquaris X Pro es un Snapdragon 626 (14 nanómetros) que ofrece un buen equilibro en lo que tiene que ver con el rendimiento y el consumo (y no detectamos problemas de calor alguno, aunque su temperatura sube al realizar la recarga rápida como es normal). Este es un SoC de ocho núcleos compatible con arquitectura de 64 bits y que trabaja a una frecuencia de 2,2 GHz. En el interior de este elemento hay una GPU Adreno 506 a la que ayuda una RAM de 4 GB. Esto, sobre el papel ya apunta muy buenas maneras, algo que se confirmó en los test de rendimiento.

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